Pa’ allá fuimos cargados de motivación después de tantos meses de planear, consultar, leer, etc, etc, etc y por fin después de un largo viaje de coche tras recoger al Chano en Barcelona llegamos a Pandébano con todo lo que necesitábamos en el coche y ya sólo faltaba dormir en la furgo para al día siguiente madrugar, preparar las mochilas y para el Picu.
Al día siguiente madrugón, buen desayuno y comenzamos a preparar las mochilas – Chano aquí hay un montón de cosas que cargar joder!!-. El resultado, casi 30 kg de peso a la espalda y paradas cada 20 ó 30 minutos a descansar porque vamos doblados, así que 3 horas y 20 minutos para hacer un camino que se tarda unas 2 horas.
Por el camino el Picu va apareciendo poco a poco y también te va imponiendo poco a poco hasta que llegas al refu, miras hacia arriba y piensas «por aquí no subo ni de coña» pero es también el Picu lo que te motiva para seguir cargando unas mochilas que cuando por fin nos las quitamos de encima estábamos como una zaranda vieja – Chano el día más duro de mi vida seguro!!-. Aún así la motivación era demasiada y al final un descansito, un poco de comida y nos vamos a hacer La Sur que tenemos que reconocer los rápeles y el camino (cosa que nos salvó más adelante). La Sur resultó ser una tapia divertida y bastante rápida ya que empalmando largos se ahorra mucho tiempo.
De vuelta en el refu estuvimos hablando con una cordada que nos regaló un montón de croquis y nos recomendó hacer La Sagitario para ir tomando contacto con la cara oeste e ir catando el grado en el Picu, cosa que resultó bastante apretada.
Al día siguiente queríamos estar relajados así que como esta vía era más corta y además se rapela pues pa’ allá fuimos a pegarnos una buena luchada para acabar forzando toda la vía en libre y encadenándola, aunque no nos pareció que se regalara nada. A pesar de todo ello esta vía nos dio mucha confianza además de salvarnos de otro imprevisto, por tanto, comenzábamos a perderle miedo a la pared y a ganarle respeto.
De nuevo vuelta al refu a descansar porque al día siguiente teníamos planeado hacer La Cepeda, pero al día siguiente daban lluvia por la tarde y había un viento fuertísimo. Intentamos ir temprano para hacer la vía y estar de vuelta cuando llegara la lluvia, pero lo planeado es una cosa y la montaña otra, y cuando llegamos a pie de vía ésta estaba colapsada y además habían cordadas muy muy lentas, lo que nos impedía subir rápido y que no nos cogiera la lluvia. Al final estuvimos hablando y decidimos abandonar, recogimos las cosas del refu y nos fuimos al coche de nuevo cargadísimos de peso para irnos al Midi d’Ossau, la decisión estaba tomada y la desmotivación asegurada ya que nos vamos del Naranjo sin ni siquiera haber visto la cumbre.
En cuanto llegamos al coche recogimos todo rápido y carretera hacia el Pirineo, paradita para comer y más carretera, pero a la hora y media de camino pasa algo, Josué revisa la previsión, me dice que dan bueno para el lunes y yo doy un volantazo, me salgo de la autovía y paro en el primer bar que encuentro – Chano vamos a hablar venga, que esto hay que mirarlo bien y las garimbas siempre ayudan-. Pues nada, una hora más tarde salíamos dos tíos de un bar que no sabemos como se llama en un pueblo que no tenemos ni idea de como se llama con una sonrisa en la cara, nos fuimos a comprar unas esterillas porque decidimos que esta vez íbamos a vivaquear y vuelta a Sotres a dormir en la furgo, domingo de descanso y por la tarde de nuevo nos encontrábamos en Pandébamo preparando las mochilas, aunque esta vez más concientemente, lo que dio como resultado que a las 2 horas y cuarto ya estábamos en un vivac al lado del refu. Por el camino fuimos hablando de lo planeado puesto que el lunes íbamos a subir La Cepeda, pero mientras se patea uno va pensando cosas – Chano!!! ¿por qué no hacemos la Rabadá mañana tío?-. El Chano iba pensando lo mismo así que comenzamos a motivarnos de nuevo, a planearlo todo y esta vez no llegamos acojonados sino decididos, así que todo claro, mañana Rabadá.
El día clave estábamos a las 7 y media en el pie de vía y por delante de nosotros una cordada que comenzó antes que nosotros. Comenzamos a escalar muy fuerte y los primeros pasos duros salieron perfectamente en libre, el Chano se motivó aún más al ver como iba saliendo todo y el ritmo que teníamos, pero a la otra cordada se les atravesó el largo duro y nosotros ya íbamos muy retrasados, por lo que al final continuamos escalando pero sabiendo que no teníamos tiempo de hacerla y que seguramente íbamos a salir por Tiros de la Torca.
Cuando estábamos cerca del abandono pudimos ver la travesía y nos volvimos a motivar muchísimo porque aquello se veía muy muy guapo… pero no teníamos tiempo. De vuelta al vivac comenzamos a pensar que entrar al día siguiente por Tiros de la Torca y continuar la vía era algo que tenía pinta de ser factible, nos informamos bien y, aunque nadie nos lo dejó muy claro, al día siguiente bordeamos todo el Picu para llegar a la parte alta de Tiros y buscar un rápel que encontramos muy rápido.
Por fin estábamos de nuevo en la vía y Josué encontró muy rápido la flecha que da paso a la reunión antes de la travesía, travesía que es sencillamente impresionante y una vía que se hace interminable pero al fin llegamos a la cumbre a las 8 y 30 de la tarde con la totalidad de la vía en libre y encadenada, cosa que nos alegraba mucho. Luego tocó la foto de rigor y rápido pa’ abajo porque se nos hace de noche, y como ya dije antes, el haber reconocido el terreno nos permitió llegar esa noche al vivac de nuevo ya que a pie de pared estaba la nube metida y con los frontales no se veía a más de 5 metros.
Cuando llegamos al vivac estaba todo mojado y nos tocaba una noche un poco peluda, esto sumado al cansancio hizo que decidiéramos irnos al día siguiente, pero esta vez con la tarea hecha.
Finalmente dos días de descanso y luego tocaba hacer alguna vía más. La elegida fue la Vía Ravier al Tozal del Mallo, en Ordesa, una vía a mi parecer guapísima y una vez más todo encadenado en libre por lo que tras ese último día de escalada ya no podíamos pedir más.
Ahora creo que ya estamos servidos en cuanto a tapias se refiere y habrá que volver un poco a la deportiva.
Dejo más fotos en la galería. Un saludo.
Felicidades señores, y me alegro de esas sabias decisiones. Lo de Tiros de la Torca lo veo innovador y me lo apunto por si acaso.
La Cepeda es yo creo que hasta mejor para subir a cumbre que la normal que siempre esta a tope.
Nada ahora para Benasque,Cavieller, Aiguestortes, jejej. Saludos..