Homenaje a la cordada aragonesa que en la década de los sesenta fue capaz de romper barreras, dejándonos a las cordadas venideras itinerarios que no olvidaras tras escalarlos.
Ya lo dijo Miguel Vidal: «si quieres saber cómo eran, escala la cara oeste de El Naranjo».
Por mi parte, todos mis respetos a estas dos personas de las que tanto me acordé cuando escalé una de sus vías más preciadas y que han marcado un antes y un después en mi manera de ver la escalada.